Psicodélicos y tratamientos para la depresión: qué evidenciaron nuevos estudios científicos

En abril de 1943, el químico suizo Albert Hofmann trabajaba en la investigación de las propiedades curativas de un hongo del centeno, cuando, y casi por casualidad, descubrió y experimentó los efectos psicotrópicos del ácido lisérgico (LSD).

"Hoffman había descubierto el ácido lisérgico (LSD), que se convertiría en la droga psicodélica más difundida de los '60. Después de estar prohibidos durante décadas, los alucinógenos como el LSD, el éxtasis y la psilocibina están volviendo a atraer el interés de los especialistas por sus potenciales beneficios para una variedad de trastornos mentales. Y si, esto también se estudia en la Argentina", inició la periodista científica Nora Bär, en el aire de Médico de Familia.

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En esa línea, la especialista invitada hizo foco en que, en la actualidad, son decenas de estudios que se llevan a cabo sobre psicotrópicos para tratamientos contra la depresión, sin contar los tradicionales y reglamentados que existen hoy en día. "Lo que está ocurriendo ahora es que hay varios países, en particular Australia, Canadá y lugares de los Estados Unidos; y se están haciendo estudios que tal vez permiten su administración ya para el año que viene en otros estados, para que los médicos puedan administrarla. Porque consideran que ya hay suficientes indicios y evidencias de que es una alternativa a los psicotrópicos tradicionales que se están usando para tratar la depresión, estrés postraumático y otros trastornos de la salud mental", destacó sobre otros tipos de psicotrópicos.

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