Jugos y licuados: ¿cuál es la diferencia y qué beneficios tienen?

"En el verano, el cuerpo te pide menos calorías", destacó Rodo Reich, periodista gastronómico, en el aire de Médico de Familia. Es por eso que decidió abordar la importancia de consumir frutas y bebidas refrescantes ante la llegada del calor en plena primavera. 

"Si vos decís jugos en gran parte de Buenos Aires te dicen jugo de naranja y licuado de banana. Después, te pueden decir una limonada. Algunos hacen alguna combinación", mencionó.

"Los licuados se pueden desarmar en categorías. Hay una base, un elemento aleatorio que puede ser uno solo y luego hay un elemento lúdico que te permite jugar. La base puede ser la frutilla, luego le puedo agregar agua, leche, yogurt, o un té de manzanilla, té de menta, en vez de agua", detalló sobre las múltiples variedades que se pueden explorar para combinar.  

"Con los restos de lo que te queda de la fruta podés hacer aguas", añadió Reich. "Se abaratan los costos y les da un ligero sabor", agregó sobre las aguas saborizadas. 

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"Cuando uno piensa en un licuado, piensa en algo dulce, algo ácido. A un licuado de banana, se le puede poner canela. No puede fallar", remarcó. "En un licuado podés poner un cachito de remolacha crudo", aconsejó. 

También, recomendó sumar súper alimentos a los jugos. "Cuando uno piensa en jugos, hay dos tecnologías para hacerlos. Una suele ser centrífuga, que está buenísima, pero dicen algunos que se oxida más rápido. Hay otro tipo de juguera, que lo que hace es presionar, aprieta hasta hacerlo papilla, son los 'cold press'", sostuvo sobre la otra opción más saludable. 

"El único riesgo que para mí tienen los jugos es que hay una cantidad de azúcar de la fruta que estamos consumiendo", aclaró. "Los jugos son una forma de consumir mucha fruta, muy rápido. Pero hay que recordar que atrás de eso hay un kilo y medio de fruta o de verdura", dijo. 

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