La historia de las vacunas: cómo es su desarrollo hasta ser aplicadas

La historia de las vacunas, que hoy son una rutina en nuestra vida, y que permitieron erradicar la viruela (por ejemplo); empezó de manera empírica hace siglos. Por allá por China y la India, con una práctica que se conoció como variolización. "Consistía en exponer a los chicos a las costras de viruela, a través de la piel o de la nariz. La variolización se fue exponiendo por el mundo, pero faltaba probar sus virtudes de manera rigurosa. Es decir, por medio de la experimentación. Quien lo logró fue el médico británico Edward Jenner, hoy considerado el padre de la inmunología", inició la periodista científica Nora Bär, en el aire de Médico de Familia.

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En esa línea, la especialista invitada ahondó en la importancia de las vacunas y su fabricación. "Es muy astuto, porque copia o reproduce nuestro sistema natural de protección frente a los gérmenes ... Nuestro sistema inmune es un mundo increíble. Complejo pero, además, impresionante cómo funciona protegiéndonos toda la vida frente a los patógenos", destacó la periodista. Y continuó: "A grandes rasgos, tenemos células que van patrullando el organismo. Y cuando encuentran algo que no es propio, detectan la cédula de identidad, una sustancia, molécula, en la superficie de esa célula, virus, bacteria, que no pertenece al organismo. Lo identifican e inmediatamente van a los ganglios. Producen linfocitos T y anticuerpos. Cuando encuentra esos invasores los destruye. A veces, uno corre el riesgo de que no sea suficientemente potente. De forma muy astuta, empezaron a diseñarse, primero de forma empírica, y luego en laboratorio. Empezaron a diseñarse vacunas. Lo que hacen es o atenuar el virus, para que no puedan enfermar, o para que el sistema inmune se ponga en alerta y entonces produzca esos anticuerpos para defendernos".

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