Afrontar los procesos de cambios: ¿Por qué entramos en crisis?

Entrar en crisis... ¿A quién no le ha pasado? Crisis es una forma de darnos cuenta de que algo, así como estaba, dejó de gustarnos. Y un cambio es inminente. "Un cambio es una suma de rutina y de crisis. Es muy común escuchar 'estoy en crisis', 'estoy agotado', 'estoy en crisis'", inició la licenciada en psicología, Analía Carril (M.N. 33.758), en el aire de Médico de Familia.

Cuando una rutina te pesa, lo mejor es ver cómo estás en relación a cada cosa, qué tal está tu deseo o tu compromiso con cada tarea. Si podés cambiar alguna por algo nuevo, o si podés compartir lo que te pesa. Porque hay compromisos que se hacen largos y necesitás reinventar tus objetivos a corto plazo.

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En una crisis, "sentimos desazón y cierta tristeza. Fin del entusiasmo. Esto nos pasa porque el deseo no se detiene. El deseo, que es el motor de la vida, siempre quiere más, y aquello que fantaseábamos como ideal, no resultó tan satisfactorio. Algunas personas se quedan en ese vacío y muchas otras tratan de superarlos con nuevas motivaciones", continuó la licenciada en su análisis.

Y adicionó: "La vida misma te empuja. Me gusta asociar el concepto de deseo como esto especial que tenemos los seres humanos, que a través de ese deseo, vamos atravesando los ciclos. Por eso la crisis. Cada deseo nos mueve y, en un punto, nos genera como un parate. Una nueva crisis. Y después tenemos que volver a empezar con otro deseo y se mantiene ese motor vital".

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