La reflexión final de Dante Gebel sobre la generación de los 50 años
El conductor cerró el programa haciendo un balance de lo aprendido a su edad
22 de junio de 2022
Cada cierre de La Divina Noche de Dante tiene como objetivo final hacernos reflexionar sobre aquellas cuestiones que por ahí ocupan demasiado lugar en nuestras mentes y no nos dejan pensar con claridad. Su experiencia al mando de la iglesia de River Church hace que el conductor se sienta cómodo llevados temas de tal profundidad. Sin embargo, este pensamiento tiene una particularidad: está en primera persona. Es que el conductor ha vivido muchas situaciones a lo largo de su peregrinar y afirma que hoy, a sus 53 años, no ve las cosas iguales de cuando era joven.
"Uno empieza a entender que, por no confrontar y decir las cosas en el momento justo, después te puede costar muchísimo tiempo, energía, dinero y tu salud, el quitarte a alguien tóxico de tu entorno. A esta edad uno se va dando cuenta que no se cometen muchos errores con la boca cerrada", afirma Gebel
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Además, el autor enumeró aquellas cosas que fue aprendiendo en estas cinco décadas de vida. "Aprendí a honrar a aquellos que realmente me apoyaron en los inicios y a mencionar, un poco menos, a aquellos que se acercaron más tarde. Que no tengo que ir a donde no quiero estar, solo por cumplir o para que no piensen mal (regalarme el “NO”, fue lo mejor que pude haber hecho) Que no tengo muchos amigos, pero los poquitos que tengo, cotizan en dólar blue", se sincera.
Por último, le dedicó un sentido mensajes a todos sus contemporáneos. "Somos una edición limitada; los últimos elegantes. Somos la generación que pedía permiso y saludaba al llegar y al irse. Y nos estamos yendo.
Todos los días somos menos. Muchos no estudiamos más que primaria o secundaria y somos gente educada, honrada y trabajadora de buenos principios. Brindo por nosotros, la última generación elegante", cerró